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Los jardines inquietos

Una propuesta de Ester Partegàs

«Los jardines inquietos» es un comisariado de Ester Partegàs de la Col•lecció d’Art de la Panera a partir de su obra Els somnis són més poderosos que els malsons i viceversa, que también forma parte de él. Esta pieza es una instalación de grandes dimensiones concebida como un jardín público, un área ornamental de planteles, una zona de paso de peatones de estética homogénea y global, un jardín totalmente artificial. Partiendo de esta descripción básica, Partegàs ha articulado una serie de analogías entre obras de arte y jardines: tanto el arte como los jardines representan una especie de santuario al disturbio y la confusión que los rodean; ambos necesitan cuidado y dedicación; ambos son manifestaciones de vida porque dan más de lo que reciben, y porque representan un éxtasis de la materia; si los jardines dan orden a nuestra relación con la naturaleza, las obras de arte dan orden a nuestra relación con la realidad. Cada obra elegida para la exposición es entendida como un jardín particular, representativo de un orden específico, con un carácter vinculado a la geografía o la historia. Por ejemplo, la obra Nicknames, de Gustavo Marrone, compuesta por una serie de paneles pintados con nombres propios extraídos de Internet, representa el jardín del Decamerón de Boccaccio, donde cada noche los jóvenes florentinos se cuentan relatos por el placer de socializar. Los nombres que Marrone nos presenta, cada uno pintado de forma diferente, nos sugieren historias y narraciones de vidas distintas. La pieza de Miquel Mont, titulada Sol-mur I, es un rectángulo amarillo pintado en la pared y un contrachapado colocado justo debajo. Con una economía de material extrema, la pieza presenta unas calidades estéticas y de organización prístinas, y una delicada ordenación de la naturaleza, muy semejante a las que encontramos en los jardines zen. Encontramos, también, otras analogías: Nou com a casa, de Jordi Colomer, es el jardín homeless; Demoliciones, de Lara Almarcegui, es el jardín abandonado; Les portes de Lleida, de Francesc Ruiz, es el jardín chino; Investigación formal, de Ana García-Pineda, es el jardín botánico; Calaixera, de Curro Claret, es el jardín de Epicuro; Sade, de Ana Laura Aláez, es el jardín de Versalles; el vídeo de Cabello/Carceller es el jardín utópico o del edén; etc.
Esta exposición está inspirada en las lecturas de The rambunctious garden: saving nature in a post-wild world, de Emma Marris, y Gardens. An essay on the human condition, de Robert Pogue Harrison.

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