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Exposiciones

«Cossos d’aigua. Encarnacions aquoses de matèries i signes».

Espai 0 i Dipòsit del Pla de l'Aigua

Participan: Francesc Torres, Grup d’Estudis Horta-Riu de l’Ateneu Popular de Ponent, Àlvar Calvet, Vespe, Carlos Monleón, Sitesize (Elvira Pujol i Joan Vila Puig), Fito Conesa, Anna Dot, Marco Noris, Antonieta Aguiló Pascual, Ramon Casanova, Joaquín Ureña, Taller de Cappont, Francesc Xavier Parcerisa, Ramon Mestre Vidal, Marià Gomà Pujadas, Enric Garsaball, Josep Antoni Ferrer i Bordonaba.

 

Lleida es un territorio fuertemente marcado por el agua. Sus ecosistemas, sus paisajes y sus habitantes son constantemente configurados y reconfigurados por la fuerza de los ríos, de los acuíferos, de los pantanales, de la nieve y de la niebla. Sobre su provincia se despliegan varias cuencas hidrográficas: la del río Segre, con sus afluentes, la Noguera Pallaresa y la Noguera Ribagorçana, y la del Garona. Las aguas de estos ríos son almacenadas en pantanos, procesadas en plantas y distribuidas por infraestructuras hidráulicas para finalidades agrícolas y ganaderas, para generar energía hidroeléctrica, para elaborar productos industriales y para abastecer agua de boca. La distribución masiva de agua no solo ha transformado la agricultura, sino también las formas de vida individuales y colectivas.

 

«Cuerpos de agua. Encarnaciones acuosas de materias y signos» examina el impacto natural y cultural del agua en los ecosistemas y en el imaginario colectivo. Los trabajos nos hablan de las consecuencias de la sequía, de la privatización del agua, de la contaminación medioambiental, de la transformación del suelo y del paisaje, de la configuración urbana, de la simbología y la cultura populares, de fenómenos meteorológicos, de procesos biológicos, de personalidades jurídicas... Como sostiene la filósofa Astrida Neimanis, el agua no es una mera «masa», sino un «cuerpo» que cambia constantemente, que conecta a todos los seres y que encapsula sus experiencias y sus historias. No somos seres aislados del entorno que instrumentalizamos un agua que consideramos pasiva. Somos, al mismo tiempo, encarnaciones y constituciones de agua: hemos surgido del agua, somos el resultado del agua y somos totalmente dependientes del agua.

 

Colaboran: Museu de l’Aigua de Lleida, MACBA Museu d’Art Contemporani de Barcelona, Morera. Museu d’Art Modern i Contemporani de Lleida, Museu de Reus, Sistema Públic d’Equipaments d’Arts Visuals de Catalunya (SPEAV), Biblioteca de Lletres de la Universitat de Lleida, Biblioteca Pública de Lleida, Biblioteca del Seminari Diocesà de Lleida, Arxiu Municipal de Lleida, Arxiu Arqueològic de Lleida, Ateneu Popular de Ponent, Espai Cavallers, Museu de Lleida, Etopia, Fundación Zaragoza Conocimiento,  Homesession i Escola Politècnica de la Universitat de Lleida.

 

«Cossos d’aigua. Encarnacions aquoses de matèries i signes».

Pol Merchan. Pirates, faunes, dimonis

Espai 1

Los piratas, faunos y demonios que convoca Pol Merchan no tienen nada de fantasía, lo tienen todo de real. Provienen de épocas y lugares distintos, pero están reunidos alrededor de una misma mesa, charlando con intensidad sobre cómo ha sido el largo camino —con sus luces y sus sombras— que les ha permitido llegar hoy aquí. Es invocando esa magia, sugiriendo aquello que aparentemente no puede ser, que se consigue construir una realidad deseada, consciente, radical y verdaderamente posible. Los tres cortometrajes de Pol Merchan que se reúnen en Piratas, faunos, demonios conforman una trilogía que es, al mismo tiempo, un camino de ida y vuelta en la búsqueda de un reflejo y una genealogía de lo andrógino y de la disidencia sexual y de género que acompaña y enriquece el proceso de transformación del propio Merchan.

Pirate Boys (2018), El jardín de los faunos (2022) y La llum que cobreix les ferides (2024) son los títulos de los tres cortometrajes en los que se centra la exposición. La corporalidad y las experiencias transgénero, especialmente la transmasculinidad, son uno de los nexos comunes, junto con la creación, la inclusión y la preservación de material de archivo —tanto fotográfico, cinematográfico, como oral—, o la materialidad de la película analógica. Otros elementos que enlazan las distintas propuestas que se reúnen en esta exposición son la pulsión artística en relación con experiencias personales radicales o la exploración identitaria y corporal, en la que el cine y otras disciplinas operan, al mismo tiempo, como refugio y como escape.

 

La muestra también incluye obras de Del LaGrace Volcano i de Nazario Luque.

 

Colaboran: Tòfol Cabeza-Cáceres, Martin Llavaneras, Itxaso Markiegi, Personaje Personaje, Bombon Projects, Choro, Dicey Studios, Fundació Vila Casas, Fusteria Cayuela.

 

Pol Merchan. Pirates, faunes, dimonis

SOM COM SOM. CELEBREM-HO! Montsita Rierola i Jordi Lafon

Espai miniPanera

En colaboración con el programa del Espai miniPanera, tenemos el placer de generar una nueva propuesta artística, participativa y educativa asociada a «GOULA. Projecte d’Art, Joc i Memòria». Dos de los trabajos artísticos vinculados, como son Gènere, producido por nosotros, y Cromatina, resultado de una colaboración con el artista Toni Garcia, suscitan una relectura que da lugar a la propuesta «SOMOS COMO SOMOS. ¡Celebrémoslo!».

La actividad consta de un surtido de 45 sellos con formas y tamaños variados que nos permite trazar una multitud de figuras distintas sobre papeles de colores, cortados en forma de banderolas triangulares, de 15 × 23 cm. Con la colaboración de los participantes podremos construir progresivamente la zona de la miniPanera como un lugar de celebración de las distintas propuestas. Mientras se lleva a cabo la actividad, introducimos elementos de reflexión vinculados a los cuerpos, a los roles y a las miradas asignados al género en sus distintas opciones, para facilitar que el tiempo de la actividad se convierta en un espacio de debate y de aprendizaje transversal.

Trabajar con sellos nos permite plantear el ejercicio de un modo inclusivo, porque los más pequeños pueden experimentar a partir de estampar figuras hasta configurar una forma que les satisfaga. Las personas con una dificultad motriz también pueden disfrutar de la actividad, porque no requiere una precisión muy alta. Igualmente, unos y otros, e incluso las personas más experimentadas, pueden explayarse jugando con las posibilidades compositivas del formato triangular de la banderola y la combinación de trazas de los sellos.

SOM COM SOM. CELEBREM-HO! Montsita Rierola i Jordi Lafon

IGNASI ABALLÍ. WHITE PAGES

Centre de documentació

DAR EN EL BLANCO

La página en blanco significa, en su acepción cotidiana, el lugar de un bloqueo creativo del escritor, el síndrome de una carencia, la promesa de lo por venir, la espera de la inspiración. Para un artista visual como Ignasi Aballí, la página en blanco se convierte en un destino en sí mismo, en un espacio donde se pierde la mirada, trascendiendo la imagen. Para uno, la ausencia de palabras y, por lo tanto, de sentido; para el otro, una imagen que no es tal, la saturación de lo visible, como ante una luz deslumbrante. Una página que es inmanencia pura, un horizonte de posibilidades infinitas. El regreso a monocromo por la puerta de atrás, la que lleva al libro y no al cuadro.

No es lo mismo una página de cuaderno o una hoja de papel suelta que las páginas en blanco en un libro impreso. En estas no hay vértigo creativo ni temblor de la palabra en potencia. La palabra no está ni se la espera. No es su lugar. Esas páginas del libro son un gozne, una frontera, un intersticio. Estamos tan familiarizados con ellas que ni las vemos, ni las leemos. Son una antesala al texto que sigue, o una pausa que hace de puente, o un silencio prolongado cuando acaba la palabra, al final del libro. Aballí nos recuerda que esta página en blanco es una imagen con materialidad propia. La desfamiliariza aislándola fuera de contexto, nos invita a que nos fijemos, que detengamos en ella la mirada. Y poniéndolas juntas, acompañándolas de sus camaradas huérfanas, nos hace notar la diferencia, el tono, la textura, las imperfecciones, la huella del tiempo. No todas son iguales. Ningún espacio en blanco está vacío. Asomarnos a este no-lugar es un ejercicio de contemplación semejante al que inducen otras propuestas en la fértil tradición pictórica del monocromo.

Un siglo y medio antes de que Kazimir Malévich pintara su Cuadrado negro, Laurence Sterne inserta en el primer volumen de The Life and Opinions of Tristram Shandy, Gentleman (1759) dos páginas negras, en el anverso y reverso de la hoja, para significar lo insondable de la muerte y el duelo por el pobre Yorick. Y en el sexto volumen deja una página en blanco para que el lector pueda «pintar» a gusto de su imaginación a un personaje femenino. Páginas para ser vistas, no para ser leídas, que interrumpen el discurrir de la palabra. Crea un hueco por donde se cuela una pregunta y la provocación del sinsentido. La hoja en blanco no está del todo en blanco, tiene un lugar y una función, ni el papel blanco es del todo blanco. Está en blanco en tanto que metáfora que aboca a la nada y acompaña al pensamiento. Como objeto material, está lleno de imperfecciones y anomalías. En las páginas negras del Tristram Shandy apreciamos las variaciones de la tinta en la impresión; en la blanca, la tonalidad del papel y el paso del tiempo, pero la radicalidad de la experimentación es intemporal, o adelantadamente moderna.

A diferencia de «Leer imágenes», otro proyecto de Aballí que hay que leer e imaginar mediante pies de foto que remiten a unas fuentes originales que ya no están, destiladas y pintadas en un solo color que las sintetiza, aquí no hay anclaje verbal al que agarrarse. La página está desnuda, no solo ella sino el libro entero está en blanco: sin título, sin autor, sin pie de imprenta. Tampoco hay pintura; estas páginas que nos ofrece Aballí son objets trouvés, ready-mades no menos producidos en serie que los de Marcel Duchamp. Para fabricar su propia serialidad reproducible, Aballí desmonta los libros y reconfigura las páginas sueltas en su propia versión del cortar y pegar. Después desmonta su propio libro para desperdigarlo como exposición. Violenta los libros y en esta agresión aparentemente poco cruenta hay, sin embargo, un eco del gesto de Luis Buñuel al cortar un ojo con una navaja de afeitar en el prólogo a Un chien andalou: cortar con una forma tradicional de visión para dar paso a otra mirada. Una nueva mirada sobre un objeto muy viejo y muy visto, tanto que resulta invisible. Para invitar a la contemplación, hay que pasar a la ofensiva, cortar, separar, desencuadernar, recomponer. Y así quedarse en blanco. Apuntar al mínimo común denominador entre el espacio de la palabra y el de la imagen, a un no-lugar fronterizo, para dar en el blanco.

 

Antonio Monegal

IGNASI ABALLÍ. WHITE PAGES

PER AMOR. ALICIA SANTAMARIA

Espai Transversal

«Per amor», de Alicia Santamaria, es un proyecto de creación sobre los cuidados que parte de un contexto íntimo; es un proyecto iniciado por un cuerpo en duelo atravesado por la enfermedad y la muerte de un ser querido. Una situación que abre preguntas que tanto se formulan para comprender y afrontar el acompañamiento en el ámbito familiar como en un terreno más introspectivo. Cuestiones en torno a conceptos como la familia, las relaciones, los vínculos en comunidad, la vulnerabilidad, la ternura, el amor incondicional, los afectos o la interacción del sistema monógamo con el trabajo de cuidados.

Este proyecto se materializa en piezas de cerámica y en una investigación artística entre académica y sensible que va mutando gracias a lecturas, apuntes de diario, prácticas colaborativas y en la relación con los objetos domésticos. Con todo ello, lejos de la voluntad de crear discursos, el objetivo es activar la reflexión y el diálogo sobre los cuidados y cómo deseamos que se vinculen con el amor.

Sobre el recorrido de «Por amor» (2021-2024), el proyecto empezó con un primer contacto con los objetos domésticos a través del barro, con la elaboración de una serie de piezas de cerámica en los Talleres de Obra Gráfica de la Fundació Pilar i Joan Miró de Mallorca. A finales del mismo año, la artista pone en práctica el trabajo colaborativo como metodología de investigación artística gracias a la residencia de creación en Licenza (Roma) con la beca Exchange 2021 de Homesession, donde el foco de la propuesta fue la articulación entre el trabajo de cuidados y el sentido de comunidad. En el transcurso de 2023, el proyecto se ha desarrollado en los Pirineos de Lleida, siguiendo con la misma práctica: sesiones de cerámica comunitarias para compartir el proceso creativo y la investigación artística en cuatro localizaciones (Mussa, Sort, Esterri d’Àneu y Lleida), lo que supone un retorno al contexto en el que vive la artista y en el que se gestó el proyecto.

Para esta muestra en el Centre d’Art La Panera se ha hecho una selección de obra que forma parte de las distintas fases por las cuales ha pasado «Por amor», incluyendo tanto piezas de creación colectiva como individual, así como objetos que conforman el universo de este proceso.

Durante 2023 el proyecto se ha llevado a cabo gracias al apoyo de Art For Change 2022 de la Fundación «la Caixa», con la colaboración de Entorns, FAACCC, Ajuntament de Sort, Casal Cívic i Comunitari de Sort, Club Social Pallars, La Saleta de La Panera (UT Inclusió Social de l’Ajuntament de Lleida) y Ecomuseu de les Valls d’Àneu.

Foto del projecte «Per amor». Mussa, 2023. Fotografia de Ian Abecasis.

PER AMOR. ALICIA SANTAMARIA

Oh! Un retrato. De Elisa Munsó

Espai miniPanera

Esta propuesta expositiva acoge 34 ilustraciones realizadas por Elisa Munsó. «¡Oh! Un retrato» muestra a varias personas pioneras en nuestra sociedad que han cambiado y marcado la historia del siglo xx y de la actualidad. Personas apasionadas de la vida, que, ya sea por sus inventos, descubrimientos o hechos personales, han generado un cambio que actualmente ya se denota en nuestro día a día. Descubriremos nuevas aportaciones en varias ciencias y disciplinas, como la astronomía, la informática, la música, el cine, el deporte, el dibujo, la ilustración, el cómic, la medicina, etc. En el suelo vamos a encontrar los nombres de esas personas; leyéndolos, podemos identificar algunos de los retratos.

Y a ti, ¿qué te gustaría cambiar de nuestro mundo? ¿Cuál es tu pasión? Te invitamos a que te pongas ante el espejo y te hagas un autorretrato. Di tu nombre y lo que te gustaría hacer. Puedes publicar tu autorretrato con la etiqueta #retratsminiPanera, poniendo nombre y apellidos, año de nacimiento, y la acción o hecho importante que te gustaría llevar a cabo. También nos lo puedes hacer llegar a educaciolapanera@paeria.cat.

La miniPanera se complementa con la colaboración de Gerard Joan, nuestro tipógrafo en residencia 2023. Él es el encargado de diseñar el título de la exposición teniendo en cuenta el proyecto expositivo de Elisa Munsó. Esta creación tipográfica, él la describe como una creación que se combina simultáneamente en una forma armónica, sencilla y memorable. El título parte del concepto de las tiras de carretes de fotografía analógica; esa película se va cortando a 45 grados, y se va disponiendo en el espacio para construir cada letra. Es una tipografía geométrica, hecha a partir de módulos, que contrasta con la parte más gestual de las ilustraciones de Elisa.

Elisa Munsó Griful (Lleida, 1983) es licenciada en Bellas Artes y está especializada en escultura. Actualmente trabaja como ilustradora y tiene su propio estudio y galería especializada en ilustración en Barcelona, El Diluvio Universal. Combina su trabajo personal con proyectos para editoriales, agencias de comunicación y productos. Sus ilustraciones tienen un dibujo característico en el que el trazo para configurar a los personajes es reconocido como un estilo propio.

Finalmente, recibimos el apoyo de la Biblioteca Pública de Lleida con el préstamo de algunas publicaciones, a través de las cuales los más pequeños pueden descubrir nuevos conocimientos sobre las personas que presentamos y sobre otras nuevas que descubriremos.

Oh! Un retrato. De Elisa Munsó

Ecologías queer. Aberraciones naturalmente subversivas

Espai 0

Annie Sprinkle i Beth Stephens, O.R.G.I.A, Brigitte Baptiste, Liu Xi, Ona Bros, Karim Boumjimar, La Erreria (House of Bent), Joël Harder, Guiu Gimeno Bardis, Roger Bernat, Eva Chettle, Graham Bell Tornado, Alba García i Allué, Projecte Úter, Bárbara Sánchez Barroso, Alex Francés, Eulalia Valldosera, MITO Collective, Aina Mestre, Neus Solà i Marta Garcia Cardellach, Elsa Casanova Sampé. 

El homosexual antinatural, la lesbiana invertida, la bisexual degenerada, el transexual grotesco..., estas figuraciones indican que existe una relación institucional, científica, política, entre la sexualidad y la naturaleza. Una relación que determina nuestras maneras de sentir, pensar y actuar. Este es el punto de partida de «Ecologías queer», una exposición colectiva que cuestiona la supuesta neutralidad moral de los discursos heterosexistas construidos alrededor de las idees de sexualidad y naturaleza, y repiensa las relaciones entre especies y las políticas medioambientales desde la perspectiva queer. Esta visión plantea que la destrucción del planeta no se puede desligar de la violencia de género, sexual y racial.

Si la ecología originalmente se entendía como un sentimiento de preservación de una naturaleza deteriorada a causa de la industrialización, o bien como una política tecnocrática de restablecimiento medioambiental que ignora la responsabilidad capitalista, hoy se entiende como una práctica ética y crítica que construye relaciones multiespecies basadas en el bienestar común.Si la palabra queer (‛extraño’) inicialmente se utilizaba para referirse despectivamente a la atracción entre personas del mismo sexo, hoy se reivindica como una manera de resistir la heteronormatividad y cuestionar la fijación de las categorías identitarias (lesbiana, gay, bisexual, asexual, etc.). 

La ecología queer da nombre a una sensibilidad simbiótica, transespecie, postantropocéntrica y antiesencialista. También a una política de la hibridación, de la mutación, de la coevolución y de la solidaridad entre cuerpos y ecosistemas heridos. Inspirándose en la exuberancia biológica de la materia, esta perspectiva nos enseña a ser menos humanos y más cuerpos en fricción constante con otros cuerpos. Cuestionando la romantización de la naturaleza y la explotación capitalista de los estilos de vida LGBTI+, la ecología queer se apropia de los discursos de antinaturalidad con que se oprimen los cuerpos disidentes y pone en práctica nuevas maneras de atender, comprender y relacionarse con el otro sexualizado, racializado, naturalizado y capacitado.

 

Colaboran: Morera. Museu d’Art Modern i Contemporani de Lleida, Colors de Ponent, Biblioteca de Lletres de la Universitat de Lleida, Museu de Lleida.

 


Ecologías queer. Aberraciones naturalmente subversivas

Joon. Huellas plásticas

Espai Transversal

El psiquiatra marxista Francesc Tosquelles proponía desplazar el pensamiento hacia los pies, porque cuando caminamos por el mundo es imprescindible saber dónde pisas. Los pies permiten leer el territorio y dejan huella en él. Sin embargo, ¿qué ocurre si la pisada que imprimes no tiene una medida humana, sino la del hiperconsumismo a escala global?

Caminar siempre deja rastro y, al mismo tiempo, el desplazamiento construye el espacio. Esa pisada estampa la propia identidad (peso, posición del cuerpo, etc.), pero las señas de singularidad se desvanecen cuando las huellas adquieren la figura de aquello que consumimos y no de lo que creamos.

En 1860 John Hyatt inventó el celuloide, y desde entonces el plástico ha ido conquistando el planeta, con un material que es a la vez imprescindible e innecesario, vital y mortífero. Actualmente se producen al año 400 millones de toneladas de plásticos, y la mitad son de un solo uso, mientras que menos del 10 % se recicla.

La aguda crisis ecológica global no se agota en soluciones medioambientalistas, ecocentristas o biocentristas que reproducen la tensión que enfrenta sociedad y naturaleza. Un pensamiento ecosófico, como el del filósofo Félix Guattari, muestra que se trata de un movimiento de múltiples facetas: políticas, sociales, artísticas, medioambientales y de producción de subjetividad.

Estas ideas se manifiestan en la obra de Joon, con una instalación que se compone de diferentes elementos que tejen una particular vinculación entre plástico y naturaleza, privilegiando la interrelación de las piezas, más que los objetos individuales.

«Huellas plásticas» huye de la narrativa para convertirse en la evocación de un paso por la Tierra. Y como cada paso requiere que prestemos atención al suelo, la disputa por el valor simbólico de la mirada en el espacio del arte pierde aquí su supremacía.

La instalación fuerza la dirección de la mirada para preguntarnos cómo vemos y si somos capaces de percibir nuestra propia experiencia en el espacio y entre las obras. Básicamente, esta es una invitación a practicar el espacio para que se produzca un cambio de perspectiva.

 

 

Joon. Huellas plásticas

Abel Azcona. Mis famílias 1988-2024.

Planta 1

Cuando visualizamos la imagen de un árbol genealógico, tendemos a dibujarlo mentalmente como un macizo sólido y frondoso que se despliega hasta donde alcanza nuestra información. «Abel Azcona. Mis familias 1988-2024» nos permite, por primera vez, obtener una imagen global del árbol genealógico de una de las trayectorias artísticas fundadas en la violencia biográfica y sistémica más relevantes del arte contemporáneo. La muestra reúne aquellos trabajos que rastrean una historia de crueldad desde momentos incluso anteriores al nacimiento, pero, sobre todo, destaca al confrontar, por primera vez, aquellas acciones en torno a la empatía materna con los trabajos recientes sobre la negligencia de los padres. «Mis familias» se configura, así, como uno de los árboles genealógicos más duros vistos hasta la fecha en un espacio expositivo. El macizo se sostiene sobre unas raíces salpicadas de pesticidas, se quiebra, se retuerce, acoge para romperse, se imagina ramas inexistentes, se pinta hojas con rotuladores de colores oscuros y se incorpora andamiajes para poder sostenerse.

La idea de familia se presenta en plural por motivos políticos. En tiempo de triunfos de la ultraderecha, urge visibilizar que allí donde más se defiende una idea concreta y rígida de familia y de derecho a la vida, más se esconde la cruel intolerancia y la falta de responsabilidad. Todos los trabajos presentados en La Panera incorporan interrogantes a la idea de familia configurada desde los poderes conservadores, patriarcales y religiosos. Desde el cuerpo de Abel Azcona como museo portátil de memoria muscular violentada, la noción de familia revienta en mil pedazos, y genera una cartografía de presiones indolentes para la no interrupción del embarazo; de abandonos; de padres no biológicos que secuestran a sus hijos; de familias adoptivas, imaginarias y escogidas.

Abel Azcona. Mis famílias 1988-2024.

ORIOL MIRÓ. ESTO ES CALIGRAFÍA

Espai Transversal + Espai MiniPanera + Centre de documentació

Caligrafía es nuestra escritura a mano, la escritura que forma parte de nuestro lenguaje gráfico. Es nuestra identidad personal y también cultural y geográfica. Está dentro de nuestra geografía humana y física. Y nosotros estamos dentro de ella. Nos materializamos en la escritura; desde el pasado nos hace presentes y nos proyecta hacia el futuro.

La caligrafía, pues, es un legado que nos llega desde nuestra historia y que trasladamos hacia delante. Es una materialidad del territorio y de los puentes entre territorios, cruzando geografías entre distintas culturas y tradiciones de escritura.

En el mundo hipertecnológico de hoy en día, tenemos herramientas que nos dan un resultado muy inmediato. Parece que no tenemos tiempo para esperar, cultivar, crecer, perseverar y recoger; volver a cultivar, crecer, perseverar, recoger… Nos hemos acostumbrado a obtener una causa-efecto muy rápida. Pero esta velocidad hace que todo tenga una caducidad muy rápida, también. Paradójicamente, eso hace que valoremos el proceso allá donde lo hay, el proceso como diferencia de todo el resto, de todo lo inmediato.

En la caligrafía, el proceso es lo más importante; la práctica es el valor. No buscamos obtener resultados, sino que el objetivo está en el recorrido que hemos hecho y en el camino que podemos seguir haciendo. La práctica es lo que da solidez al trabajo.

Parte de este proceso es saber cómo ha evolucionado nuestra letra a lo largo del tiempo. Los manuscritos románicos catalanes nos llegan como una herencia que apela a nuestra identidad. Visitamos los archivos y estudiamos sus manuscritos; nos ponemos en la piel de la persona que escribió, cogiendo su pluma y sintiendo su latido en cada trazo. También esas personas eran conscientes de nuestra presencia de hoy. Vivieron aquí con nosotros, en los mismos pueblos y familias. Su latido es el nuestro. Con la caligrafía practicamos la historia, hacemos arqueología desde la práctica, buscamos lo que no se explica en los libros y recuperamos las formas de escribir que tenemos en nuestra casa y que habían sido olvidadas.

Sin embargo, a pesar de la belleza de esos manuscritos románicos y el sentimiento de pertenencia que nos despiertan, no queremos copiarlos ni imitarlos. El conocimiento de los archivos nos da fuerza, no límites. Nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo, tenemos que escribir nuestras letras con nuestras herramientas. Esta es la parte del proceso más intensa, personal y pasional.

A la hora de escribir, aparece un componente emocional, que empieza con la elección de los textos. Cuando escribimos un texto, establecemos con él un vínculo mucho más profundo que simplemente con la lectura. Lo leemos, lo mantenemos en la memoria y lo vemos aparecer desde nuestra mano.

Cuando la escritura, la caligrafía, se realiza desde la práctica constante, la concentración y la atención plena, se convierte en meditación. Decidimos escribir un texto porque queremos fusionarnos con él. Lo escribimos porque nos ayuda a crecer y porque, a través de la concentración, conseguimos dejar atrás los estados conscientes.

En esta exposición podréis ver mi proceso. Están algunas de mis herramientas y algunos de mis cuadernos de trabajo. Vais a ver también mi proyecto presente, los Llibres de meditacions, en el que cojo textos budistas y les doy la forma que siento que me piden.

No tengo la facilidad de la palabra. O, como mínimo, no sé decir palabras suficientemente buenas como para que deban ser leídas por otras personas. Escribo textos budistas que me han ayudado a querer ser mejor ser vivo, más atento, más paciente y compasivo. Si los escribo, no es porque quiera que otras personas también se sientan atraídas por el budismo, sino que lo hago para recordar quién quiero ser y para sostener mi conocimiento.

La caligrafía es respeto por cada gota de tinta, gratitud por todo lo que aprendemos, amor por cada letra que hacemos y desaparecer dentro de nuestro trabajo.

Oriol Miró Genovart

ORIOL MIRÓ. ESTO ES CALIGRAFÍA

Afectos sónicos. Arte sonoro y expansión de la percepción

Espai 0

Agnès Pe, Félix Blume, Sissel Marie Tonn, Edu Comelles, Núria Andorrà, David Vélez, Eli Gras, Kepa Landa, Ginebra Raventós, House of Polymath (Jose R. Madrid Alonso), Arnau Sala Saez, Marc Vilanova


«Afectos sónicos» es una exposición colectiva que explora el papel del sonido como una herramienta relacional, creativa y transformadora. Basando su trabajo en la investigación transdisciplinaria y en la mediación tecnológica, los artistas combinan métodos como la grabación de campo, la síntesis modular, la composición, la performance, la sonificación de entornos o la poesía sonora. Adoptando tipologías como la instalación inmersiva, la escultura sonora o el video, los proyectos invitan a los visitantes a escuchar, interactuar, experimentar, improvisar y crear.

Considerando el sonido como un signo afectivo, crítico y político que va más allá de la significación, la comunicación y la representación, los artistas nos interpelan a cuestionarnos quiénes somos y cómo vivimos; desafían una idea unívoca de la realidad y nos ayudan a proyectar mundos posibles; facilitan nuevas formas de relación entre y más allá de los humanos. El sonido amplía nuestra percepción y revela los intersticios de las cosas; hace sensible un mundo de codependencias e interdependencias, de coexistencia simultánea entre entornos, cuerpos, energías, flujos y agencias.

«Afectos sónicos» reúne trabajos artísticos que nos proponen interactuar con dispositivos de forma lúdica; que nos llevan a reflexionar críticamente sobre los detonantes psicológicos y las tecnologías de control; que nos permiten captar el potencial subversivo de la sinestesia; que contribuyen a que empaticemos con la experiencia migratoria; que ponen de manifiesto la capacidad del sonido de convertirse en un bioindicador ambiental; que hacen visible y audible la ubicuidad contaminante del plástico; que nos ayudan a entender que los humanos conviven con no humanos de forma constitutiva.

Afectos sónicos. Arte sonoro y expansión de la percepción

Marc Herrero. La terribilidad de la carne

Espai 1

Con «La terribilidad de la carne», el artista Marc Herrero traslada la iconografía del Juicio final de Miguel Ángel a nuestro mundo contemporáneo, y la reinterpreta en relación con la situación actual de colapso ecológico. En su investigación visual, basada en el dibujo con grafito y rotuladores, la doctrina bíblica apocalíptica queda sustituida por una cosmología biocentrada. Agrupadas en ámbitos temáticos, las imágenes de Herrero reformulan la filosofía religiosa animal, las prácticas de taxidermia, las dinámicas de productividad, los fenómenos de las mutaciones y el deseo humano de dominar el mundo.

La estructura que sostiene los dibujos recuerda tres tipologías arquitectónicas: una capilla (lugar de culto y de transmisión de los códigos morales), un panóptico (lugar de control y disciplina social) y una granja porcina de producción intensiva (lugar de explotación animal y foco de contaminación ambiental). En el centro de la composición, Jesucristo, transfigurado como diosa Gaia, relata las consecuencias de un modelo de crecimiento infinito que agota los recursos de los que se alimenta. En el epílogo, los seres humanos forjan un nuevo contrato natural con los no humanos, basado en el bienestar común.

«La terribilidad de la carne» vincula el clima cultural del siglo xvi con los desarrollos tecnocientíficos del siglo xxi a través de una exploración plástica que hibrida carne humana y no humana. Cuerpos mórbidos, quiméricos y monstruosos forman parte del bestiario del artista y docente Marc Herrero (Barcelona, 1977), quien bebe de la historia del arte, la tradición iconográfica del cristianismo, la teoría psicoanalítica, la cultura cinematográfica, la ciencia ficción, el estudio anatómico del cuerpo humano y animal, y la ilustración naturalista.

Marc Herrero. La terribilidad de la carne

Mariona Tolosa Sisteré + Equip Pantera. Vides compartides. Dins i fora.

Espai MiniPanera

En esta ocasión queremos acompañar a la infancia a conectarse con la naturaleza para entenderse como parte de esta, y así amarla y protegerla como nuestro propio ecosistema de vida. «[…] de cómo el paisaje interior de alguien está profundamente influido por el lugar de la Tierra al que nos dirigimos, por lo que uno toca, por los modelos que uno observa en la naturaleza: la intrincada historia de la vida de esa persona en la Tierra o incluso en la ciudad, donde el viento, el canto de los pájaros y la línea de una hoja caída resultan conocidos. El paisaje interior responde al carácter y la sutileza del paisaje exterior. La forma mental del individuo está tan influenciada por la tierra como por los genes» (Barry López).

Mariona Tolosa Sisteré es ilustradora de publicaciones infantiles, entre otros proyectos más personales y artísticos. En el mundo editorial ha trabajado para Flamboyant, Zahorí Books, El Cep i la Nansa Edicions y Savanna Books. Esta última es la editorial de la revista Pantera. Pantera cultiva el amor por la naturaleza, la ecología y la preservación del medioambiente, y está pensada para niños y niñas que sí salvarán el planeta. Se trata de una revista con información amena y rigurosa, con ilustraciones, fotografías y diseño gráfico de profesionales referentes, para disfrutar tanto de niños como de adultos.

Identidad tipográfica a cargo de Gerard Joan

Mariona Tolosa Sisteré + Equip Pantera. Vides compartides. Dins i fora.

Alba Feito. El desig és una línia que no acaba.

Espai Transversal

Galopa un caballo con la cabeza incendiada. Una vela se derrite a suaves chorretones mientras su pequeña lumbre ilumina con un inestable tintineo. Llamas en las manos como las vestales. Una caja explota airadamente. La insistente fricción enciende una hoguera que estalla y se consume. En el universo de Alba Feito, todo arde. Su bestiario de trazos sugerentes ejecutados sin titubeo ofrece un erotismo multiforme, político y contracultural. Alegorías del deseo disidente, los dibujos sobre látexxxx y cerámica presentados en esta exposición ponen en jaque el imaginario lúbrico hegemónico —ya sabemos: patriarcal, heteronormativo, clasista, racista, cisexista, capacitista—.

Desear responde, para Feito, a un posicionamiento político que atraviesa inevitablemente cuestiones relacionadas con la sexualidad, el cuerpo y el poder. A lo largo de la historia, nos hemos sentido cohibid_s, juzgad_s, humillad_s, en peligro. Sexo siempre culpable y censurado. T-A-B-Ú. Por eso, ante el terror y la amenaza constantes, Feito aboga por un feminismo lúdico, erótico, promiscuo, excitante y gozoso que pone en el centro las cuerpas deseantes. Es en lo kink y en lo queer, donde «el deseo —señala Feito— se expande más allá de la genitalidad, desde la carnalidad; hay una explosión de riqueza que hace posible entender el deseo como algo flexible y adaptable».

Necesitamos imaginarios incendiarios para cuerpas calientes. El deseo es una línea que no acaba, devenir constante y potencia inagotable que se tambalea entre el placer más intenso y el peligro más funesto; deseo que abre caminos para entendernos, amarnos y gozar; que nos mantiene viv_s. Mantenlo prendido.

Alba Feito. El desig és una línia que no acaba.

Simon Contra. Misticisme tecnopop

Espai 1 + Centre de Documentació

Simon Contra (La Portella, el Segrià) se inscribe dentro de la genealogía de artistas que se interesan por lo espiritual, esotérico y oculto. Mediante la pintura, el vídeo y la instalación, Contra revisa, reelabora y crea iconos religiosos y paganos, misterios tecnológicos y mundanos, devociones personales y sociales. Y lo hace con una sensibilidad que es a la vez mística, tecnológica y popular. O sea, su espiritualidad es elevada y ordinaria; sus proyectos tecnoartesanales visitan el pasado y el futuro, y sus temas se nutren de la cultura tradicional y de masas.

Apostando por un expresionismo sin remordimientos que no renuncia al humor, la ironía y la sátira, el artista desvela la homofobia de la Iglesia i manifiesta sus contradicciones; dialoga con obras maestras de la pintura para cuestionar el racismo y apelar a la hermandad; construye santuarios que invitan a la introspección y a la conspiración; practica exorcismos y resucita a dictadores para evidenciar la pervivencia del fascismo; fabula sobre mundos, recrea artefactos enigmáticos e imagina fenómenos paranormales; reconstruye hechos para dar valor al patrimonio natural, cultural y artístico; realiza fórmulas alquímicas para inmortalizar mitos de la cultura pop y LGTBIQ+.

«Misticismo tecnopop» es la primera exposición individual del artista leridano Simon Contra. Reivindicar su figura en una institución como el Centre d’Art La Panera obedece a cuatro motivos. El primero, la calidad, innovación y rigor de su obra, la cual se alimenta de su rica cultura visual y musical, y de su formación en Bellas Artes e Historia del Arte. El segundo, su misticismo folclórico, que desafía una modernidad capitalista, que, históricamente, ha considerado que la creencia en los espíritus es contraria a la fe en el progreso y a los valores racionales, empíricos y tecnocientíficos que han conducido al colonialismo, al patriarcado y al desastre ecológico.

El tercero, la defensa del lenguaje naíf, que canaliza su percepción extrasensorial y cuestiona un arte contemporáneo elitista dominado por la pureza formal. Por último, su orientación futurista, que se centra en proyectar imaginarios y rechaza miradas nostálgicas. La disposición de los veintisiete proyectos que incluye la muestra sigue la espiral áurea, una proporción perfecta hecha con un número irracional.  

Simon Contra. Misticisme tecnopop

Imaginaris multiespècies #Terres de Lleida.

Espai 0

Chiara Sgaramella, Llapispanc, Marta Bisbal, Tue Greenfort, Nien Boots, Eduard Ruiz, Vicky Benítez, Ferran Lega, Quimera Rosa, Olga Olivera-Tabeni, Pluriversal Radio (Anna Kindgren, Carina Gunnars, Elin Már Øyen Vister, Mirko Nikolić), Mary Maggic, Ruben Verdú, Cleofé Campuzano, Angela Melitopoulos y Maurizio Lazzarato.

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Un mundo condicionado por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de los ecosistemas, las pandemias víricas, el aumento de la vulnerabilidad y de las desigualdades, y el auge de la violencia basada en el sexo, la raza y el género, hace necesario repensar la convivencia entre humanos y entre especies. «Imaginarios multiespecies» es una exposición colectiva que responde a la insostenibilidad medioambiental y social actual, y que nos invita a imaginar comunidades donde los humanos no viven separados del entorno, sino que mantienen relaciones con un mundo más amplio; unas relaciones que son a la vez vitales y letales, germinativas y destructivas, constitutivas y consecuenciales.  

Los artistas se sumergen en los complejos mundos de los microorganismos, plantas, animales, hongos y criaturas tecnificadas, y ponen de manifiesto que en todo momento interactuamos con otros seres en densas redes de interacción material. La muestra plantea que estas inmersiones implican algo más que comprender que «todo está interconectado». Los proyectos nos ayudan a percibir que la vida es cocreada por múltiples corporalidades, y esto, además de aportarnos nuevas comprensiones, exige transformar profundamente nuestras formas de ser, sentir, pensar y actuar. Entendiendo que la sensación de vulnerabilidad compartida ante los peligros comunes puede generar una interconexión entre humanos y no humanos, los artistas construyen relatos que dan forma a experiencias varias, y nos ayudan a imaginar comunidades basadas en el bienestar común donde los humanos no ocupan una posición jerárquica, hegemónica y violenta.

La muestra presenta nueve proyectos ya existentes y cinco de nueva creación. La exposición, en conjunto, está vinculada con los sistemas socionaturales de la ciudad de Lleida. Prestando atención a las cigüeñas, la fruta dulce, los purines, el tomillo o las plantas «invasoras», proponemos imaginar modos de vida materialmente interdependientes y éticamente responsables, y desarrollar modalidades de hospitalidad y cuidado transespecie. 

 

Con la colaboración de Fundació Sorigué, Houseplant Barcelona y del Centre d'Art La Capella

Imaginaris multiespècies #Terres de Lleida.

JAUME ROCAMORA. TELES E DRAPS E VENT DE DALT

JAUME ROCAMORA. TELES E DRAPS E VENT DE DALT

SARA SAN GREGORIO. JUGUETORIA. A L'ALÇADA DEL JOC

JUGUETORÍA es una factoría de juegos y juguetes fundada por Sara San Gregorio en otoño de 2020 en Medialab Prado como un laboratorio de diseño y fabricación de juguetes, en el que jugamos para diseñar y diseñamos para jugar.

Juguetoría trae al espacio miniPanera las primeras piezas que formaron parte del repositorio físico y virtual de la factoría, con las que se han probado sistemas constructivos y posibilidades lúdicas y creativas que han dado lugar a otros proyectos de diseño de juguetes.

Presentados sobre su propio plano de fabricación, esperan convertirse en artefactos tridimensionales al ser jugados a la altura de niñas y niños. El espacio miniPanera cada día se convertirá en un nuevo escenario que invitará a los visitantes a observar y experimentar las derivas del diseño que se toman jugando, de modo que se crearán nuevos relatos efímeros y cambiantes en el tiempo y el espacio.

SARA SAN GREGORIO. JUGUETORIA. A L'ALÇADA DEL JOC

MARIO SANTAMARIA. GÀRGOLA

Mario Santamaría ha creado un avatar dentro de un metaverso, el Voxels – Ethereum Virtual World, y lo ha situado a trece mil quinientos millones de años luz de la superficie de este mundo virtual. Esta distancia es la misma que separa la Tierra del objeto luminoso más remoto conocido hasta ahora, el HD1, que la comunidad científica identificó en la primavera de 2022, y que no se sabe si es una galaxia temprana o un agujero negro. Después de situar el avatar en este punto del metauniverso, el artista lo ha hecho saltar hasta la superficie metaterrestre, en un salto imposible que, a la velocidad de la luz, tardaría trece mil quinientos millones de años a completarse, y que a la velocidad del avatar saltador, que es aproximadamente de unos ciento veinte kilómetros por hora, no finalizará hasta dentro de unos ochenta y nueve mil treinta y ocho billones trescientos setenta mil veintiséis millones de años. Este salto, que es también una caída veloz en un tiempo profundo, está sucediendo ahora, en un metaverso.

En otro metaverso, el Next Earth, la Tierra se reproduce digitalmente a escala 1:1, y los usuarios pueden comprar y vender porciones de territorio que, aun siendo de naturaleza virtual, se corresponden con una localización específica del globo. Santamaría ha adquirido en esta plataforma una pequeña parcela virtual del terreno que ocupa el Centre d’Art La Panera, y ha proyectado su perímetro en la primera planta del centro, para construir un subespacio expositivo de las mismas dimensiones que el territorio virtual del que él es ahora propietario.

El artista presenta su instalación, «Gárgola», dentro de este subespacio, y deja vacía el resto de la sala de exposiciones. En la instalación, un sistema de refrigeración líquida dispersa el calor generado por los aparatos tecnológicos que encontramos: un ordenador conectado a internet y dos pantallas que muestran la caída del avatar, con una imagen abstracta y diáfana ligeramente cambiante, y un sonido de velocidad y caída, similar a un ruido blanco. No es posible identificar, en esta representación, el cuerpo virtual que salta desde el lugar más remoto y distante del conocimiento humano, ni tampoco el espacio que recorre y que lo rodea mientras cae. Lo que vemos es un glitch, un error que expresa el colapso de la imagen y señala el límite de lo que puede ser representado, pero que también genera una interrupción en el flujo eficiente y constante de datos, lo que abre un espacio de posibilidades para imaginar otras formas posibles de existencia.

MARIO SANTAMARIA. GÀRGOLA

MABEL PALACÍN. HORITZÓ / FRONTERA

El horizonte y la frontera son dos palabras que apelan a la representación del paisaje. Ambos se dibujan para delimitar el espacio físico, y ambos pertenecen a un registro simbólico y político de un lenguaje antropocéntrico.

Mabel Palacín, a lo largo de su obra, ha estudiado las distintas tecnologías que producen imágenes y sus implicaciones. Sus trabajos se generan a partir de cuestiones tales como: ¿cómo se crean las imágenes?, ¿cómo interpelan al espectador?, ¿qué tipo de relación se establece entre el objeto que se quiere capturar y la máquina?

La fotografía, el cine, el vídeo, el móvil…, como aparatos que producen imágenes, se han ido incorporando a su trabajo, y su obra ha evolucionado de forma paralela a la evolución de las tecnologías que crean imágenes, con el objetivo de examinar sus posibilidades y subvertir su uso.

La exposición «Horizonte/Frontera» reúne tres piezas: El trayecto (2019), The track (2019) y All around you (2022). Estas tres obras, que se presentan aquí por primera vez, son tres formulaciones distintas de un mismo relato. Las imágenes han sido filmadas por las distintas cámaras que integra el prototipo de coche autónomo que incorpora inteligencia artificial. En la filmación que se puede ver en El trayecto se conjugan dos tipos de imágenes: la física y la digital. En la grabación, realizada en blanco y negro, se superponen una serie de símbolos que identifican elementos del entorno y los personajes que aparecen, aportando información que se interpone en la interpretación de la filmación.

En este proyecto, Mabel Palacín, una vez más, incorpora las tecnologías más recientes para interrogar sobre sus usos, así como para poner de manifiesto, en esta ocasión, nuestra vulnerabilidad como sujetos de la imagen.

 

Neus Miró

MABEL PALACÍN. HORITZÓ / FRONTERA