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Ecologías queer. Aberraciones naturalmente subversivas

A cargo de Christian Alonso

Espai 0

Annie Sprinkle i Beth Stephens, O.R.G.I.A, Brigitte Baptiste, Liu Xi, Ona Bros, Karim Boumjimar, La Erreria (House of Bent), Joël Harder, Guiu Gimeno Bardis, Roger Bernat, Eva Chettle, Graham Bell Tornado, Alba García i Allué, Projecte Úter, Bárbara Sánchez Barroso, Alex Francés, Eulalia Valldosera, MITO Collective, Aina Mestre, Neus Solà i Marta Garcia Cardellach, Elsa Casanova Sampé. 

El homosexual antinatural, la lesbiana invertida, la bisexual degenerada, el transexual grotesco..., estas figuraciones indican que existe una relación institucional, científica, política, entre la sexualidad y la naturaleza. Una relación que determina nuestras maneras de sentir, pensar y actuar. Este es el punto de partida de «Ecologías queer», una exposición colectiva que cuestiona la supuesta neutralidad moral de los discursos heterosexistas construidos alrededor de las idees de sexualidad y naturaleza, y repiensa las relaciones entre especies y las políticas medioambientales desde la perspectiva queer. Esta visión plantea que la destrucción del planeta no se puede desligar de la violencia de género, sexual y racial.

Si la ecología originalmente se entendía como un sentimiento de preservación de una naturaleza deteriorada a causa de la industrialización, o bien como una política tecnocrática de restablecimiento medioambiental que ignora la responsabilidad capitalista, hoy se entiende como una práctica ética y crítica que construye relaciones multiespecies basadas en el bienestar común.Si la palabra queer (‛extraño’) inicialmente se utilizaba para referirse despectivamente a la atracción entre personas del mismo sexo, hoy se reivindica como una manera de resistir la heteronormatividad y cuestionar la fijación de las categorías identitarias (lesbiana, gay, bisexual, asexual, etc.). 

La ecología queer da nombre a una sensibilidad simbiótica, transespecie, postantropocéntrica y antiesencialista. También a una política de la hibridación, de la mutación, de la coevolución y de la solidaridad entre cuerpos y ecosistemas heridos. Inspirándose en la exuberancia biológica de la materia, esta perspectiva nos enseña a ser menos humanos y más cuerpos en fricción constante con otros cuerpos. Cuestionando la romantización de la naturaleza y la explotación capitalista de los estilos de vida LGBTI+, la ecología queer se apropia de los discursos de antinaturalidad con que se oprimen los cuerpos disidentes y pone en práctica nuevas maneras de atender, comprender y relacionarse con el otro sexualizado, racializado, naturalizado y capacitado.

 

Colaboran: Morera. Museu d’Art Modern i Contemporani de Lleida, Colors de Ponent, Biblioteca de Lletres de la Universitat de Lleida, Museu de Lleida.

 


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